Aunque le escucho por las mañanas, más pronto, mientras estoy en el cuarto de baño, de chiripa le oí anunciar el tema del que iba a tratar, y retrasé expresamente mi ida al despacho.
A los pocos minutos sonó el teléfono (Tengo siempre desviada la línea a mi casa cuando no estoy en el trabajo). Un señor, muy amable, me llamaba para preguntarme si sabía que estaban hablando del Thermomix en la radio. Le dije que sí, que de pura casualidad me había enterado. Y entonces me preguntó si iba a intervenir, como gran experta en la materia.
Le dije que no, que, en esencia, estaba de acuerdo con todo lo que se estaba allí contando. Hubo para todos los gustos, como siempre. Los que usaban este aparato, única y exclusivamente, y lo ponían por las nubes, y los que únicamente lo usaban para rallar pan, y ni siquiera para hacer gazpacho, que es donde mejor sale.
Llamaron muchas vendedoras, naturalmente sin identificarse, pero si conoces el tema a fondo, te das cuenta enseguida pues todas ellas tienen un “sello” especial en cuanto empiezan a contar sus maravillas. También llamó gente joven, y algún que otro varón.
Una fémina, jovencita por la voz, dio una receta en el recipiente Varoma envolviendo el alimento en papel de aluminio. Como os he puesto en varios de mis libros, hoy ya no se recomienda en absoluto este material, ni para el horno, ni para preparaciones con calor, y sin embargo España sigue siendo el mayor consumidor de Europa.
En algunas marcas de papel o recipientes de aluminio, en letra muy chiquita que casi no se puede leer, aconsejan evitar “el contacto prolongado de este material con ácidos o con comida rica en sales” razón de más para evitar tomarse la salsa o la preparación que se consigue al cocer alimentos al vapor en el recipiente Varoma, envueltos en este tipo de material o en un molde. Podéis envolverlos en papel vegetal, también llamado papel manteca y papel sulfurizado, en hojas de verdura, en lonchas de jamón de beicon…
El Thermomix es un gran aparato, y prueba de ello es que todos los grandes cocineros lo tienen. Pero tiene sus limitaciones, lo mismo que un horno tradicional, un microondas o una olla superrápida.
Yo siempre digo, y los que me seguís desde hace años lo sabéis, que en la lavadora no se pueden lavar los platos, ni en el lavaplatos la ropa.
Por cierto, es curioso, que muchos hablan de la Thermomix, como Carlos Herrera, mientras otros, como yo, nos referimos en masculino. Es un robot, un aparato eléctrico, un “botón” múltiple, un utensilio importante en la cocina, imprescindible en la “alta cocina”…, pero también es una máquina, una especie de "cacerola" con una cuchara incorporada, una gran ayuda en la cocina… O sea que se le podrá tratar de ambas maneras, como masculino o femenino.
Algún día os pondré una receta de mis guisos favoritos en el Thermomix.