lunes, 30 de junio de 2008

Por qué usar sal yodada

La sal marina que se obtiene de forma natural por la evaporación del sol y del viento contiene yodo pero en cantidades tan pequeñas que no tiene ningún efecto beneficioso en el cuerpo humano.

Además, durante el proceso de purificación, pierde parte de su yodo natural. Es por tanto necesario, si queremos beneficiarnos de los efectos indispensables del yodo, que la sal se refuerce a posteriori, dando lugar a lo que se conoce como sal yodada. La encontraréis bajo ese nombre en cualquier buen supermercado o gran superficie, y siempre tendrá que venir especificado. Puede aparecer como sal fina de mesa yodada, sal marina yodada...

La sal yodada es un elemento imprescindible en la dieta diaria y La Organización Mundial de la Salud (OMS) aconseja el consumo diario y exclusivo de esta sal, ya que así se mejora el aporte de yodo tan frecuentemente deficiente en la alimentación humana. Esta sal con yodo es el único condimento que aporta cantidades suficientes de este mineral, y la excesiva reducción de la sal en las dietas puede llevar a la fatiga crónica.

Los únicos alimentos naturales que contienen yodo en abundancia son los pescados, las algas y los mariscos, y es necesario consumirlos de forma habitual, porque el yodo es indispensable para el buen desarrollo de las hormonas tiroideas. Su falta puede provocar graves enfermedades como el cretinismo endémico, el cansancio, problemas de concentración y hasta dificultades en el aprendizaje. La carencia de yodo da lugar a una serie de trastornos que, dependiendo de su intensidad y de la edad en que se padezcan, pueden ser irreversibles. 3 g de sal, el equivalente a una cucharadita rasa de café, tienen 180 microgramos de yodo.

Los vegetales contienen, en general, poco yodo, y solo algunas verduras como las espinacas y los berros, concentran el yodo que se encuentra en la tierra, cada vez más escasamente.

Si algún miembro de una familia tiene que reducir su consumo de sal, esto no debe alterar el uso necesario de sal con yodo para el resto de la familia.

Aunque es un ingrediente esencial en cualquier cocina, no conviene abusar de ella para evitar la elevación de la tensión sanguínea, el "asesino silencioso" que incrementa el riesgo de derrames cerebrales y enfermedades cardiovasculares.

En la actualidad, los pediatras recomiendan que no se les añada, en los primeros meses, ningún tipo de sal a los purés infantiles ya que todos sus componentes llevan ya la suficiente.

La sal tanto la fina o de mesa como la gorda deben conservarse en un lugar seco para evitar que se apelmace, a pesar de que la sal de mesa refinada está tratada para que salga mejor del salero. En condiciones apropiadas se conserva indefinidamente.

Aunque ha sido hasta ahora mucha costumbre, no se debe conservar la sal en saleros de plata porque el cloro de la sal reacciona con ella provocando una coloración verdosa.

Os recomiendo pues que, en casa, utilicéis solo y exclusivamente esta sal yodada, o la sal con yodo y flúor que apareció posteriormente. En pequeños supermercados o tiendas de alimentación, a veces, puede resultar difícil encontrarla ya que solo tienen la corriente que, en la actualidad, no debería comercializarse para no equivocar al consumidor ya que son todavía muchos, los que ignoran que hay que usarla.

2 comentarios:

Alxemi dijo...

Un detalle importante sobre esta cuestión del yodo, sobre todo para mujeres embarazadas, es que existe la posibilidad de que su médico le diga que no es necesario un aporte adicional de yodo.

Esto es así porque hoy, en muchos libros de medicina dice que no es necesario ya que son libros escritos en Estados Unidos y ahí existen políticas a nivel nacional diseñadas para evitar el deficit de yodo que no tenemos aquí como por ejemplo, prohibir la venta de sal no yodada.

El resultado es que la población de Estados Unidos raramente tiene deficit de Yodo, mientras que aquí si es común, y el libro está traducido literalmente.

Un saludo a Cristina y a los lectores,

Cristina Galiano dijo...

Alxemi, no sé desde qué país me escribes pero te diré que la OMS, la Organización Mundial de la Salud, recomienda, por lo menos en nuestro país, el uso para todo el mundo de sal yodada.
En el caso de las embarazadas deben bajar la dosis diaria, no más de 3 g, pero siempre yodada.
Y en las familias dónde hay alguna persona que no debe tomar nada de sal, salvo la que contienen naturalmente los alimentos,al resto de la familia se le recomienda siempre el uso de sal yodada.
Aunque consumimos bastante pescado, no toda la población tiene suficiente con este yodo, especialmente los niños, jóvenes y adolescentes.
Muchas gracias por tu comentario, y espero volver a retomar este blog a principios de septiembre con nuevas secciones, no solo nutricón y cocina, sino técnicas culinarias modernas y organización y productividad en el hogar.
Un afectuoso saludo