
Nutrición, productividad en el hogar como empresa, ténicas modernas culinarias, recetas especiales
jueves, 21 de agosto de 2008
Aditivos
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Los aditivos están presentes en casi todos los productos de la industria alimentaria. Según el Codex Alimentarius los aditivos son los conservantes, colorantes, potenciadores del sabor, antioxidantes, emulsionantes, hormonas, antibióticos, edulcorantes, coadyuvantes, espesantes, y un largo etc., y en general todo tipo de sustancias que no se consumen directamente como alimento. Según la definición oficial española, aditivo es "toda sustancia que, sin constituir por sí misma un alimento ni poseer valor nutritivo, se agrega intencionadamente a los alimentos y bebidas, en cantidades mínimas, con objeto de modificar sus caracteres organolépticos o facilitar o mejorar su proceso de elaboración y/o conservación". En España tenemos unos 300, todos ellos autorizados. Es obvio que los aditivos son utilizados con una finalidad económica: un producto que resulte más atractivo para el consumidor y que se mantenga durante más tiempo, siempre será económicamente más rentable para la empresa que lo comercializa. No encontraréis ningún producto manufacturado que lleve la especificación de “Sin aditivos”, porque todos ellos llevan alguno. Sin embargo es corriente encontrar productos en los que pone, por ejemplo, “Sin conservantes ni colorantes”. En este caso, efectivamente, el producto no lleva este tipo de aditivos, porque así lo declaran, pero lo que no sabe la mayoría de los consumidores, y además no tiene por qué saberlo puesto que no son expertos, es que eso no quiere decir que no lleven otro tipo de aditivos, que sí los llevan. Pero es una manera de vender más y de “engañar” de alguna manera al consumidor que cree que el producto es totalmente natural, como muchas veces se anuncia. Hay productos de consumo diario, que pueden llevar hasta 5 o 6 aditivos declarados. Los yogures con sabor a fruta, que no han “olido” la fruta ni de lejos, posiblemente se consuman mucho más que los naturales. Pero, para que sepan a fruta y estén ricos, que seguro que lo están, llevan aromas, que aunque sean naturales, son “añadidos”. Aunque nos dicen que todos los aditivos son muy seguros, algunos están en entredicho en la Unión Europea y acaban quitándolos. El consumo de aditivos alimentarios ha existido siempre pero no de la forma masiva y agresiva en que ahora se produce. Los productos “Light” que muchos consumen creyendo que no engordan, cuando no es cierto en absoluto, contienen muchos más puesto que son más delicados a la hora de conservarlos. Mi consejo es que reduzcáis al máximo el consumo de aditivos, eligiendo siempre productos frescos y naturales, no manufacturados. Se puede disfrutar de una alimentación sana, variada y equilibrada sin tener que estar horas y horas en la cocina como antiguamente, porque existen, al alcance de todos, muchas “herramientas” que facilitan el trabajo, sin entrar en sofisticaciones. Hoy casi todo el mundo tiene una nevera con congelador, una fuente de calor que no se ensucia, como las placas de gas, vitrocerámica o inducción y buenos utensilios. Pero, con la cocina pasa lo mismo que con el ejercicio, que nunca se encuentra el momento de practicarlo. Es más cómodo, que no más sano, comer fuera de casa todos los días, o recurrir a productos ya preparados, muchas veces listos para freír. Las cifras tan altas de obesidad que se manejan actualmente en nuestro país tienen una relación muy directa con esta nueva manera de alimentarse. ¡Y este problema no ha hecho más que empezar!

lunes, 18 de agosto de 2008
Por qué cuesta más comer

Mientras, en los países “ricos” se tira comida a espuertas, por motivos comerciales o por mala organización y conservación.
jueves, 14 de agosto de 2008
2008, Año Internacional de la Patata

Sin embargo frita, sus calorías se multiplican y pasamos a las 453, y si se trata de las patatas “chips” de bolsa, todavía más, 544.
Siempre que se pueda hay que cocinarlas con piel, que las “protege” durante ese proceso, por ejemplo para una ensaladilla, para el cocido, para servirlas con un chorrito de aceite y perejil como guarnición de una carne o un pescado..., en lugar de sumergirlas en agua, como habitualmente se hace.
Lo mejor es cocerlas al vapor en una buena olla superrápida, con tan solo 10 cucharadas de agua debajo. Se tardan tan solo 6 minutos, están deliciosas, se pierde poca vitamina C, se mantienen las vitaminas del grupo B, y no se pierden sus minerales, calcio, magnesio y potasio puesto que, al no estar en contacto con el agua, no se solubilizan en ella.
Aunque normalmente no se sabe, la patata es una fuente importante de potasio, más que los plátanos que son los que recomiendan los médicos cuando hay un déficit de este mineral.
Pero, para que no lo pierda, hay que cocer las patatas como os he dicho, o asarlas en el horno, o en el microondas, siempre con su piel y sin añadirles nada.
Si se cocinan en un guiso, al caldo pasarán todas sus vitaminas hidrosolubles, como las del grupo B, y sus minerales, y tampoco se perderán.
lunes, 11 de agosto de 2008
Productos de primera, segunda, tercera y cuarta gama

jueves, 7 de agosto de 2008
Salchichas frescas

Las salchichas frescas llamadas de “carnicería”, porque era allí dónde se vendían antiguamente y todavía hoy, se pueden comprar también, ya envasadas, en las grandes superficies, pero no tienen nada que ver con las salchichas Frankfurt.
Dependiendo de la cantidad de grasa que lleven serán más o menos calóricas, y si ésta procede exclusivamente de cerdo ibérico, serán más saludables que si llevan otro tipo de grasa saturada.
Para no aumentar considerablemente sus calorías, se pueden freír, en una sartén antiadherente pulverizada simplemente con aceite, o cocer cubiertas de vino blanco.
En todos los casos, para que no se revienten, hay que pincharlas previamente con una aguja o palillo fino, una o dos veces nada más. Si las pincháis con un tenedor o con un cuchillo, como la piel que las recubre es muy fina, también se romperán.
Donde quedan muy ricas y con menos calorías es en el microondas, bien envueltas en varias capas de papel absorbente de cocina, a potencia máxima y en muy poquitos minutos, dependiendo, como siempre de la cantidad.
Si os pasáis de tiempo, el papel se os quedará pegado a las salchichas.
Si las hacéis en su punto, veréis que quedan “paliditas”, como si se hubieran cocido en vino, pero habrán soltado una gran cantidad de grasa que empapa el papel.
Puede ser una opción, de vez en cuando, para la gente que no quiere engordar y que sin embargo disfruta con ellas.
martes, 5 de agosto de 2008
Curiosidades sobre el salmorejo

Un cocinero explicaba, desde la mismísima Córdoba, que para que espesara suficientemente había que añadir el doble de pan que de tomates, cuando yo le añado tan solo 50 g para un kilo de tomates.
Si se usa para su elaboración una buena trituradora, de las muchas que hay ahora en el mercado, como el Thermomix, que tritura de tal forma que no queda ni una pepita ni nada de piel, el salmorejo, lo mismo que el gazpacho, espesan naturalmente y la cantidad de pan que se necesita añadir puede ser pequeña, si así se desea.
La cantidad de aceite que se utilice también es muy importante, y hay que tenerla en cuenta, sobre todo las personas que toman varios platos o tazas cada día.
Antiguamente, cuando los trabajos en el campo eran realmente exhaustivos, se tomaba el salmorejo como plato único y se necesitaban muchas calorías para contra restar la gran pérdida de energía. Era una fuente importante de vitaminas y antioxidantes, con un buen aporte de grasa, de proteínas gracias al jamón y al huevo duro, de hidratos de carbono gracias al pan y de sal para combatir la gran sudoración.
Pero hoy, cuando una gran parte de la población realiza un trabajo sedentario y no se mueve prácticamente nada, el salmorejo puede suministrar bastantes más calorías de las necesarias.
Os pongo una receta realmente exquisita y de la que os podéis “inflar” porque no es demasiado calórica.
1 kilo de tomates muy rojos y maduros
50 g de miga de pan
1 o 2 dientes de ajo
2 o 3 cucharadas de vinagre no muy fuerte de vino
4 cucharadas de aceite de oliva virgen extra de mucho sabor
Y para la guarnición
2 huevos duros
100 g de jamón serrano de muy buena calidad
¡ Buen provecho!
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